INTRODUCCIÓN
Curso introductorio gratuito, diseñado para el personal del transporte de larga distancia, con el objetivo de promover un servicio más accesible, inclusivo y seguro para las personas con discapacidad.
El enfoque central se basa en el modelo social de la discapacidad, que entiende la discapacidad no como una condición individual, sino como el resultado de la interacción entre las personas y las barreras físicas, comunicacionales y actitudinales del entorno.
Los pilares fundamentales del curso son el respeto irrestricto al derecho a la autonomía de las personas con discapacidad y el reconocimiento del rol activo del personal de transporte como agente clave para reducir o perpetuar dichas barreras.
Se establecen protocolos claros y prácticos para la asistencia en casos de discapacidad motriz, visual, auditiva, intelectual y en situaciones de crisis de salud mental, prohibiendo explícitamente la asistencia física directa (tocar, alzar o movilizar pasajeros) y promoviendo en su lugar la comunicación efectiva, la orientación y la gestión de recursos disponibles en el marco normativo vigente en Argentina.
El objetivo de este curso es brindar herramientas para actuar con seguridad, respeto y empatía, garantizando un trato digno y la igualdad de condiciones para todos los pasajeros.
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BUENAS PRÁCTICAS: DISCAPACIDAD Y EL TRANSPORTE
Herramientas concretas y protocolos de actuación adaptados a las necesidades más frecuentes.
Fundamentos Conceptuales
El Modelo Social de la Discapacidad
El curso se fundamenta en una perspectiva actual que define la discapacidad como un concepto evolutivo y un fenómeno social, en línea con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006).
Discapacidad vs. Deficiencia
Se establece una distinción crucial entre dos términos:
- Deficiencia: Es la condición física, sensorial, intelectual o mental de una persona.
- Discapacidad: Es el resultado de la interacción entre una persona con una deficiencia y las barreras del entorno que impiden su participación plena y efectiva en la sociedad.
Desde esta óptica, la discapacidad no reside en la persona, sino en la falta de adaptación del entorno. Por ejemplo, la discapacidad no es la falta de movilidad, sino la ausencia de rampas o accesos adecuados en los vehículos. La Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI) en Argentina lo resume de la siguiente manera:
“Las personas no son discapacitadas por sus cuerpos, sino por una sociedad que no elimina las barreras que impiden su inclusión”.
El rol de los profesionales del transporte
El personal de conducción es considerado un actor clave en la construcción o reducción de las barreras que generan discapacidad. Sus prácticas cotidianas pueden reproducir la exclusión o, por el contrario, contribuir a una experiencia de viaje accesible.
El rol profesional no es “salvar” o sustituir a la persona, sino comprender cómo eliminar barreras y actuar en consecuencia.
El derecho a la autonomía
La autonomía es un derecho fundamental y un principio estructural de la Convención de la ONU. Sostiene que las personas con discapacidad deben ser acompañadas en el ejercicio de sus derechos, no sustituidas en sus decisiones ni tuteladas innecesariamente.
- Viajar sin acompañante: Se subraya que las personas con discapacidad tienen derecho a viajar solas, incluso si su Certificado Único de Discapacidad (CUD) indica la posibilidad de un acompañante. La figura del acompañante es un derecho opcional, no una obligación.
- Condiciones para la autonomía: El ejercicio de la autonomía requiere condiciones reales, como transporte accesible, apoyos adecuados y formas de asistencia respetuosas.
Marco Normativo y Derechos en el Transporte en Argentina
En Argentina, el marco legal garantiza derechos específicos para las personas con discapacidad en el transporte público.
- Gratuidad: Los Decretos N.º 38/2004 y N.º 118/2006 establecen el derecho a viajar de manera gratuita en servicios controlados por el Estado Nacional, incluyendo ómnibus interprovinciales y servicios ferroviarios de larga distancia.
- Requisitos: Para acceder a este derecho, la persona debe presentar su Certificado Único de Discapacidad (CUD) y su Documento Nacional de Identidad (DNI), ya sea en formato físico o digital.
- Acompañante: El beneficio de gratuidad se extiende a un acompañante solo si el CUD lo indica expresamente, pero la decisión de viajar con uno recae exclusivamente en la persona con discapacidad.
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DISCAPACIDAD MOTRIZ
Prohibiciones
El personal de conducción tiene prohibido por normativa tocar, alzar o movilizar físicamente a los pasajeros. El objetivo es asistir sin invadir, respetando la seguridad y la autonomía.
Procedimiento sugerido ante dificultades de ascenso
Consultar
Preguntar al pasajero si puede subir de manera autónoma.
Verificar acompañante
Si no puede subir, preguntar si puede contactar a un familiar o acompañante para que lo asista. Además, solicitar que un familiar espere en destino.
Reasignar asiento
Verificar si hay asientos disponibles en la planta baja y reasignarlo para evitar el uso de escaleras.
Solicitar voluntarios
Si no hay asientos libres abajo, solicitar de manera voluntaria a otro pasajero si desea cambiar de lugar, sin obligarlo.
Última instancia
Si ninguna opción es viable, explicar que la normativa prohíbe la asistencia física. El pasajero puede solicitar ayuda a terceros o a una fuerza de seguridad, que sería responsable de la asistencia.
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DISCAPACIDAD VISUAL
Asistencia a las personas con discapacidad visual
La asistencia a personas ciegas o con ceguera parcial se organiza en dos modalidades, siempre previo consentimiento. La terminología correcta es “persona ciega” o “persona con discapacidad visual”.
- Consentimiento
Siempre preguntar primero si la persona necesita ayuda y cómo prefiere recibirla.
Asistencia Mecánica (Guía Vidente)
- Técnica
Ofrecer el brazo o el hombro para que la persona se tome. El guía debe caminar un paso por delante o detrás en caso de ser necesario, nunca a la par.
- Comunicación
Relatar verbalmente el trayecto (“subimos un escalón”, “doblamos a la derecha”) y evitar exclamaciones como “¡Cuidado!”.
- Entorno
Asegurar que los pasillos estén despejados.
Asistencia Verbal
Consiste en describir el trayecto paso a paso con indicaciones claras y concretas para que la persona se desplace de forma autónoma. Ejemplo: “Suba un escalón, doble a la derecha, avance dos pasos…”.
Perros guía
Su ingreso está siempre permitido y se debe respetar su trabajo sin interferir.
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DISCAPACIDAD AUDITIVA
La clave es la comunicación visual y el respeto.
Principios Generales:
Siempre se debe intentar primero hablar y el uso de señas, no pedir automáticamente escribir.
- Mantener siempre el contacto visual, hablando de frente y sin cubrirse la boca.
- Hablar en tono natural, sin gritar, pero pronunciando con claridad.
- Usar frases breves y gestos simples dentro del cuadro visual (entre el pecho y los ojos).
Formas de Comunicación
Cuando se necesite acompañar la comunicación con gestos, se deberán realizar señas simples, claras y concretas, siempre dentro del cuadro visual comprendido entre la altura del pecho y los ojos. Se deben evitar movimientos muy amplios o demasiado bajos, ya que pueden dificultar la comprensión.
Para solicitar documentación o requisitos específicos, se recomienda mostrar una imagen o fotografía del documento requerido —como el DNI, el boleto o un permiso— con el fin de facilitar su identificación visual.
En el caso de solicitar un permiso de menores, resulta útil mostrar brevemente en el celular un ejemplo de dicho documento, de modo que la persona pueda reconocerlo rápidamente y comprender qué se le está pidiendo.
- Lectura Labial
Facilitarla con buena iluminación y una ubicación frontal.
- Apoyos Visuales
Para solicitar documentos, mostrar una imagen del DNI o del boleto.
- Comunicación Escrita
La escritura no debe utilizarse como primera opción, dado que muchas personas sordas utilizan estructuras lingüísticas diferentes a la lengua escrita convencional.
Se debe recurrir a la escritura solo cuando la comunicación oral–gestual no resulte suficiente.
Se deben redactar frases simples, concretas y de fácil interpretación. Comprobar que la persona haya comprendido correctamente el mensaje.
DISCAPACIDAD COGNITIVA, INTELECTUAL Y MENTAL
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Recomendaciones
El abordaje se basa en la calma, la claridad y la prevención de riesgos, adaptándose a cada situación.
Personas con discapacidad intelectual
- Lenguaje
Usar frases simples y cortas (“lenguaje fácil”: una idea por frase).
- Trato
Dirigirse siempre a la persona (no a su acompañante) y no infantilizarla.
- Verificación
Comprobar constantemente la comprensión con preguntas simples (“¿A dónde viaja?”).
- Repetir de diferentes formas si fuera necesario
En ocasiones, la persona puede comprender mejor cuando se reformula la información utilizando otras palabras, un ejemplo concreto o un gesto sencillo. Adaptar la explicación favorece la claridad y reduce la confusión.
- Observar señales de desorientación o confusión
Si el pasajero responde de manera incoherente, se muestra desorientado, no recuerda su destino o parece no comprender lo que se le indica, se deberá reforzar la explicación con mayor claridad, solicitar la documentación correspondiente o, si fuera necesario, comunicarse con un familiar para garantizar la seguridad y orientación del pasajero.
Personas con crisis de salud mental
- Prioridad
Proteger la integridad de todos los pasajeros y la del conductor.
No debe existir intervención física en ningún caso. Tampoco se debe intentar “calmar” a la persona o confrontarla. Si fuera necesario establecer un diálogo, se deberá seguir la línea de pensamiento de manera neutral, evitando discutir o contradecir, para no intensificar la situación.
- Sin violencia
Si la persona solo presenta un discurso incoherente, no discutir ni contradecir. Mantener la calma y dar indicaciones simples.
- Con riesgo (Violencia)
Mantener distancia, ubicar a la persona en un lugar seguro y no intentar reducirla.
- Intervención profesional
Detener la unidad en un punto seguro (control policial, peaje) y llamar al 911. La policía o el sistema de salud son los únicos responsables de intervenir y bajar al pasajero.
Personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista)
- Evaluar si la persona es un adulto o niño.
- Consultar a los padres o acompañantes sobre la mejor manera de ayudar.
- No tocar a las personas ni aumentar los estímulos sensoriales.
CONCLUSIONES
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Esperamos que estas herramientas sirvan para transformar al personal de transporte en un agente activo de inclusión, siguiendo los ejes transversales que deben guiar toda actuación son:
- Comprensión de la Discapacidad
Adoptar el modelo social y reconocer el impacto de las barreras del entorno.
- Prioridad a la Autonomía
Acompañar las decisiones de la persona, evitando la sobreprotección.
- Intervención Segura y Responsable
Actuar siempre dentro del marco normativo, priorizando la seguridad y solicitando apoyo profesional cuando sea necesario.
- Trato Digno
La base de toda interacción debe ser la calma, el respeto, la empatía y la comunicación clara, garantizando la igualdad de condiciones para viajar.
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Pilar Vila es una profesional con formación académica en Psicología y Psicoanálisis, que incluye una Maestría en Psicoanálisis y un Diplomado en Educación en Entornos Digitales, complementada con habilidades lingüísticas en inglés y portugués. Vila posee amplia experiencia laboral en el ámbito educativo y clínico, incluyendo su rol actual como Docente Universitaria en la Universidad de la Cuenca del Plata y como Psicóloga Clínica independiente con un enfoque psicoanalítico. Además, resalta su participación activa en la organización de jornadas y proyectos de intervención educativos en varias instituciones, así como sus habilidades en la facilitación de talleres y el abordaje de temas de riesgo como violencia y consumo problemático.
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